... sí, cariño...
- Sólo se te ocurre decirme eso...?
... sí, cariño, aunque... también te puedo decir que la dejaremos caer.
- No tiene gracia, me entristece la lluvia...
No estés triste, la lluvia refresca, limpia, nos asegura el agua...
- Sí, pero la lluvia me dice que la puerta del otoño está ya entreabierta y no me gusta el otoño...
¿No te gustan los ocres, dorados, marrones y amarillos, las castañas, la chimenea, el calorcillo bajo la manta, las manzanas...?
- ¿Es posible que todo para ti encierre algo prometedor, interesante, bonito...?
Sí cariño...
Me encanta...! El Otoño también.
ResponderEliminarbesetes de los de... y mañana serán dos..
Y a mí me gusta el otoño y... también...
ResponderEliminarBesetes de los de mañana dos y quizá algún abrazo...
A mí también me encanta el otoño, precisamente por... "los ocres, dorados, marrones y amarillos, las castañas, la chimenea, el calorcillo bajo la manta, las manzanas..."
ResponderEliminarBesos de verano, aún.
Pues entonces... estamos de acuerdo, Chelo.
ResponderEliminarEl otoño tiene un encanto muy especial...
Besetes de lunes...
No cabe duda que el amor lo perdona todo... Aunque no te guste el otoño, es amor. A mi me encantan los colores otoñales y la lluvia. Hermosa entrada.
ResponderEliminarA mí también me encanta el otoño.
ResponderEliminarQuizá la luz es menor y el día más corto, pero es una estación hermosa.
Gracias, Julie y un besote enorme...
El otoño tiene mucha magia: me gustan sus colores, el color del sol añejo, y el recogimiento de la tierra que comienza a preparse para el invierno. Alguno que otro hemos compartido, Besos otoñales.
ResponderEliminarY muchos más que compartiremos, con su lluvia, sus colores, sus hojas caídas y su recogimiento.
ResponderEliminarMil besos, amiga mía...
Y muchos más que compartiremos, con su lluvia, sus colores, sus hojas caídas y su recogimiento.
ResponderEliminarMil besos, amiga mía...