04 noviembre 2013

Lo encontré

... un día cualquiera.

La librería estaba en una calle del barrio viejo de la ciudad.

Cuando entrabas te envolvía la penumbra y un olor a papel viejo y amarillo. Las motitas de polvo viajaban por el aire brillando atravesadas por la luz difusa de unos apliques pegados a la pared.  Los libros se amontonaban en estanterías que se curvaban por el peso de las letras y sus envoltorios de cartón. 
Allá donde miraras la imagen de los libros te acompañaban.

Caminé entre ellos sin saber qué era lo que quería encontrar. Mi pasión por los libros me había llevado a aquella cueva de Alí Babá llena de tesoros esperando a ser descubiertos por mí.

Y como si algún extraño designio me hubiera llevado hasta él... lo descubrí.
..
la tristeza
" A veces viene la tristeza de un lugar o del aire,

de la amistad caída o de un nombre vacío,

del sueño o de la infancia, de una palabra que no pronunciamos,

de lo que creímos y ya no creemos,

de la esperanza y la desesperanza,

de la dura corteza del amor.

A veces viene la tristeza"


... a José Angel Valente, un poeta que fascina.

4 comentarios:

  1. En las cuevas de libros siempre se encuentran los verdaderos tesoros.
    Un besito

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  2. La pena es que esas cuevas llenas de tesoros están desapareciendo, amiga mía.
    Muchos besos...

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  3. Encontrar un buen libro es como encontrar el Amor... Y leer a José Angel Valente, es la dicha convertida en verso. Besiños.

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    Respuestas
    1. Me pasaría horas leyendo sus poemas, ays!!!

      Besines, Julie, querida...

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