... aquello que deseamos...
Y aunque también atraemos lo que no deseamos, somos capaces de reconvertirlo o desecharlo.
Por eso somos luchadores.
La vida se compone de pequeños momentos, de situaciones desesperadas, de instantes únicos e irrepetibles, de despedidas físicas y emocionales.
Atrapados en un torbellino de sentimientos que igual nos llevan a la alegría como al llanto, al odio como al amor, al egoísmo como a la generosidad.
Todas esas sensaciones nos agitan, nos conmueven, nos enternecen, nos atrapan, para finalmente comprobar que no sirve de nada rebelarnos contra la vida que nos ha tocado vivir.
A veces se nos hace difícil combatir contra las mareas que mueven un destino que en algunos momentos podemos cambiar y en otros se nos presenta como algo ineludible.
Como si todo estuviera escrito en un libro al que sólo tenemos acceso cuando los hados lo permiten y no cuando nosotros lo deseamos.
Pero somos luchadores, únicos e irrepetibles...
... y por eso intentamos dirigir nuestra vida, una vida que al fin...
... es sólo nuestra.
Es verdad María, solo es nuestra, pero creo que con frecuencia, con los demás, nos dejamos jirones de ella, por eso, y por los jirones, somos felices, tristes, nos revelamos, luchamos y aceptamos.
ResponderEliminarUn beso
Sí, Camy, también esos jirones forman parte de esa vida nuestra y quizá también es nuestra elección ir dejándolos en el camino. Algunas veces dejarlos te alegra, en otros momentos te entristece, pero, en cualquiera de los dos casos, es vivir.
EliminarUn besote grande de jueves...
Hermosos pensamientos que comparto, todos... Atraemos, rechazamos, vivimos en suma lo que nos toca vivir y no podemos cambiar nada, o muy poco. Me encanta. Besos.
ResponderEliminarSólo podemos cambiar pequeños detalles, pero la realidad es que lo que nos toca vivir, ahí está.
EliminarLo mejor que podemos hacer creo que es hacerlo de la manera que nos parezca mejor para nosotros y para los que nos rodean.
Mil besos de fin de semana, casi, Julie...