Te pregunté si eras feliz, me respondiste... razonablemente feliz.
Y ahora en la penumbra de
esta noche en la que un cierto airecillo de primavera entra por mi ventana, me
pregunto si ser razonablemente feliz es una respuesta que yo puedo entender.
¿Qué significa ser razonablemente feliz?
Yo pensaba que ser razonable
era otra cosa. Que podía ser razonable ante un enfado, una discusión, una
decisión de futuro, una equivocación, pero... no sabía que ser feliz dependiera
de que fuera o no razonable.
Aunque es posible que
razonable sea una medida de cantidad y lo que me quieres decir es que eres
feliz hasta un punto ¿no? Algo así como… soy kilo y medio de feliz. No, tampoco lo entiendo.
Yo cuando soy feliz, lo soy.
Es posible que mi felicidad dure un minuto, un parpadeo, pero en ese momento
soy intensamente feliz. Con una felicidad que se niega a ser razonable, porque
eso implicaría que le pongo freno a esa sensación.
No creo que seas feliz, ni
tan siquiera razonablemente feliz. Cuando te pregunté inclinaste la cabeza y
meditaste tu respuesta.
Podrías haberme dicho “Soy feliz a ratos” “No soy nunca
feliz” “No sé lo que es ser feliz” “Soy feliz” pero...
Elegiste “razonable” y eso
me sonó a respuesta que salía de tu cabeza, pero no de tu corazón.
Luego llegó tu pregunta...
¿lo eres tú?
Sí, lo soy...
Irrazonablemente Feliz.
Te sigo felicitando por esta nueva etapa. Tú, siempre te mereces ser irracionalmente feliz.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, Camy, por todos tus piropos. Creo que todos merecemos serlo. Un besote
ResponderEliminarAfortunats vosaltres que sou feliços
ResponderEliminarEstoy segura de que tú también lo eres. Un besote.
ResponderEliminar