15 enero 2014

En tiempo...

... de adagio, lento, muy lento...
Aquellos encuentros rápidos al cruzarse en la escalera de su casa. Unas pocas palabras de conversación sobre el tiempo y poco más.
Hasta aquel día en que él le dijo que era músico. Que la música siempre había sido su pasión.
Mirando sus ojos y viendo el movimientos de sus manos, ella adivinó que todos los momentos de aquel hombre estaban teñidos de melodía.
piano1
Comprendió entonces, aquella mirada dulce y suave, agradable (piacevole) con un toque apasionado (passionato).
Intuyó que su vida estaba marcada por un tempo que no era el suyo y por eso transcurría con variaciones (variazioni) mientras su espíritu se escondía disfrazado de sordina (sordine).
Supo qué le llevaba a oír ese tono a través de las ventanas y por qué empezaba con un pianissimo para terminar en un crescendo nervioso.
Desde el dolor (duolo) a la alegría, desde la risa al llanto, desde el entusiasmo (slancio) a la serenidad y  desde la profundidad a la ligereza (scherzo) todo se plasmaba en una partitura a la que él llamaba vida. Y el papel se iba llenando de allegros, arpegios, cadenzas, fortissimos...
Pero hoy, la melodía ha cesado. La partitura no ha podido concluirse y la música se tiñe con tonos de tristeza.
Ya no verá su sonrisa dulce y suave, ni tampoco oirá a través de la ventana como él escribe a golpes de melodía la historia  de su vida.
Ella tiene la mirada empañada por las lágrimas... no le conocía demasiado... pero sí a su música...

7 comentarios:

  1. cuanto más lo leo más me gusta... Creo que te lo comenté ya. Pero ahora que lo vuelvo a leer, te diré que me encanta, me recuerda momentos vividos, muy parecidos... Gracias amiga. Un beso.

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    1. Sí, Julie,
      Hay momentos que aunque tristes al recuperar nos llevan a una melancolía que nunca puedo definir como triste o alegre.
      Un beso, amiga mía...

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  2. Que belleza de historia, Maria, de vez en cuando es un placer perderse por tu blog.

    Te mando un beso con música.

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    1. Gracias, Luisa,
      Ya sabes que siempre es un placer verte aquí o en cualquier otro sitio.
      Un beso muy grande...

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    2. María, desde la platea, desde el patio de butacas, todos te aplauden, tú lo sabes, yo, también.
      un beso

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  3. Gracias, Camy, yo sé que tú eres una de mis fans... así como yo lo soy de ti.

    Un abrazo de esos bien cercanos...

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  4. Gracias María por este lindo relato. En una partitura dejamos todos nuestros sentimientos, alegres melancólicos, tristes y dejamos también pedazos de vida intensa..
    Un abrazo
    Sor.Cecilia

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