29 noviembre 2013

La otra mirada...

Estaba sentada en torno a una mesa. En ella había nueve personas. Cuando las miraba pensé que excepto a una, las había conocido, a algunas veinticuatro horas antes, a otras apenas hacía un par de horas. Pero me sentía bien.
Aquella era una cena entre gente que amaba las letras. Y yo amaba las letras. Leer lo que otros habían escrito,  escribir lo que yo imaginaba.
Ellos hablaban de los motivos por los cuales escribe un escritor... económicos, egocentrismo, placer...? Cada uno defendía sus argumentos con pasión.
Yo los miraba. Hablaba muy poco. Tan solo miraba.
casualidad2
Me ensimismé buscando mis propios motivos y comprobé que si escribo es porque no podría dejar de hacerlo. Así de simple. El reto de una página en blanco es lo que me hace feliz. Dejar de ser yo misma para convertirme en cien, mil, personajes diferentes. Ser terrible hoy, para dejar de serlo mañana. Retraída ahora e impulsiva en otro momento. Feliz y desdichada a la vez.
Ensanchar mi mundo llegando a otros mundos que he creado con mi imaginación. Hacer que los sentimientos de quien me pueda leer se desborden. Que los compartan conmigo porque son parte de mi yo más íntimo. Los he vivido. Y así cuando ya parece que no queda nada dentro de mi, seguir viviendo y sintiendo, para poder volver a contar historias.
Es posible que muera un poco en cada una de ellas, pero sé que volveré a renacer convertida en alguien diferente. Así de simple, otra vez.
¿Son esos los mismos motivos que impulsan a escribir a mis compañeros de mesa? ¡No lo sé! Pero tampoco ahora es demasiado importante.
Los miro y me siento feliz. Allí está mi Reflejo, algunos nuevos amigos, y un maravilloso duende que me mira y me hace sospechar que me ha descubierto, porque... ¿sabéis?... él es un duende, como en los cuentos.

2 comentarios:

  1. Pensé que te había comentado este hermoso escrito tuyo que tanto me gusta... Pero se ve que no te llegó mi comentario. Y ya no recuerdo lo que te decía... entre otras cosas, que me encanta, sobre todo eso, que si escribes es porque no puedes dejar de hacerlo, me identifico contigo, amiga. Muchos besos y no dejes de escribir nunca.

    ResponderEliminar
  2. Julie, guapa, me lo comentaste en el otro blog, pero te agradezco que lo hagas aquí también y que te identifiques conmigo.
    Nunca dejaré de escribir.
    Un besote de sábado...

    ResponderEliminar