Cerré las ventanas y bajé los toldos sobre la terraza para facilitar el largo sueño que le espera.
Sentí, por última, vez la leve brisa que movía las palmeras, contemplé el cielo de un azul infinito adornado por alguna nube viajera, aspiré el aroma a salitre que emanaba del agua turquesa mientras acariciaba las rocas, me tomé el último café en el chiringuito que se balancea sobre el mar y partí.
Atrás quedan las tardes largas, las noches cortas, la música que movía mis pies, las conversaciones, los amigos, los vestidos de gasa blancos, la luna que susurraba mensajes íntimos, los baños, el sol acariciando mi piel, las sardinillas a la brasa de cala Tangó, las lecturas en la tumbona, el mercadillo de los jueves, los besos robados entre lo que nos rodeaba, las tormentas de verano cuando dejábamos que la lluvia cayera sobre nuestro rostro, mi pamela...
Miro a mi alrededor y el paisaje es tan diferente, que tengo que llegar a un acuerdo conmigo misma para no sentir nostalgia.
Las plantas en la terraza, han sobrevivido a mi ausencia y me recuerdan que los días cortos también tienen su encanto.
Aquí me esperan mis amigos, mis libros, las tardes bajo la manta y el otoño que está por llegar...
... los días, son apenas importantes, lo importante es como hacemos de ellos algo nuevo con cada sol que amanece.
¡Bienvenida de nuevo, María!
ResponderEliminarUn beso.
Más besos para ti, Luisa.
ResponderEliminarDe nuevo a la vida real...
Cachuentó mira que tenia ganas de volver a leerte o será las ganas de enviarte unos besetes...?
ResponderEliminarMe quedo con las dos opciones ya sabes que soy de gustos exquisitos...
Volverá un nuevo verano y tú lo estranarás como siempre, como si fuera el primero. Un beso enorme con muchas ganas de verte
ResponderEliminarY será que... tenía ganas de que me leyeras y que me enviaras unos besetes?
ResponderEliminarPor aquello de que yo también soy como tú, Josep, de gustos exquisitos encantada de verte, de oírte y de, y de, y de...
Un besín de esos de... regresé...
Sí, mi niña, habrán más veranos y sé que también los disfrutaré como lo he hecho con todos los que han pasado.
ResponderEliminarMil besos impacientes por volver a verte, a veros.
Bienvenida María, sabía que ya estabas aquí, por tus comentarios en mi blog, muchas gracias amiga! Me alegro que lo que has vivido quede en tu memoria y lo disfrutaras plenamente, de eso se trata descansar, de vivir y tú lo hiciste. Feliz otoño para ti y me saludas a tus plantas, ellas estaban felices viéndote feliz por eso no murieron... Besos.
ResponderEliminarQuerida Julie, con el tiempo he aprendido que hay que vivir cada uno de los instantes de nuestra vida plenamente, por eso los días pasados han sido serenos y felices.
ResponderEliminarAhora volvemos a empezar con otro escenario, pero también lo haré con la misma ilusión.
Mil besos...
Setembre. Mes de nostàlgies, d'intimitats, de records, de semiobscuritats, de no acceptació de la realitat, de rebel.lar-se... D'assaborir un bon te, mentre l'astre Sol, seguint el seu destí, comença a desaparèixer tenyint el cel d'una patina rogenca. Deixes la tassa, després del primer glop... i comences a acceptar-te....
ResponderEliminarY también mes de vendimia, de manzanas, del nacimiento de los ocres, rojos y dorados... del otoño.
ResponderEliminarTomaré ese té y seguro que me mimetizaré con ese tiempo que está por llegar.
Un abrazo grande, Anys Perduts