10 junio 2013

Se levanto...

... despacio peleándose con las sábanas que se enredaban en sus piernas reteniéndola en aquel nido blando y suave.
La luz blanquecina de la primavera lluviosa se coló por la ventana y la arrastró hacia la ducha y mientras el agua le caía  sobre la cabeza describiendo caminos imposibles sobre su cuerpo decidió que aquel día iba a ser libre.
Libre para disponer de cada hora, minuto y segundo de aquel lunes que no parecía prometerle nada.

      Unos pantalones ajustados de color rojo, la camiseta que dibujaba a cincel sus curvas suaves pero definitivas eran suficientes.
Foto de Eduardo Portela Jeremías

                                
       Los pasos ligeros la llevaron hacia un autobús que recorría la ciudad    dando vueltas en círculos igual que una noria con fondo musical.     
       Se sentó en un rincón tranquilo y tras ajustarse las gafas de sol, para hacerse invisible, se dispuso a observar la ciudad con los ojos de lunes bullicioso.
        La avenida flanqueada por el árbol almez se estiraba hasta donde se perdía la vista, los balcones panzudos presumían de años y de historias, la luz se teñía de verde en los jardines y el cielo pugnaba con la bruma para mostrarse azul y lejano.
      Una madre, un niño, los coches, un anciano, un joven ejecutivo, el perrillo   lanudo, la muchacha hermosa pasaban ante sus ojos haciendo cobrar vida a aquel paisaje.
No pudo poner palabras a lo que sintió, pero supo que ella pertenecía a todo aquello, que no era una mera espectadora del devenir de los hechos y de las cosas.
Sonrió para sí... se había equivocado, aunque no le gustara la ciudad...
Prometía ser un lunes nuevo y bullicioso...

2 comentarios:

  1. Felicidades por este lunes y ese viaje con los ojos bien abiertos en el bus.Cuando se ve y se ira la belleza está en todas partes.
    Un beso

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  2. Disfrutaremos este lunes y todos los que nos traiga el tiempo, amiga mía. Eso sí, con los ojos bien abiertos.
    Besitos

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