Oigo la música y lo intento.
“La vie en rose”, de verdad que lo intento. Ver la vida de color de rosa, lo
intento.
Pero no puedo.
No puedo evitar que en mi
retina se graben las escenas de cuerpos mutilados, personas hambrientas y
ciudades destruidas. De bosques arrasados por las llamas. De mujeres
prostituyéndose y hombres explotándolas. De niños empuñando un fusil.
No puedo.
Ver que los dictadores
prosperan, que la demagogia ahoga las palabras, que la ambición nos lleva a la
corrupción, que todo vale y que el fin justifica los medios.
Y sí la música es muy bella,
pero no puedo sentir la letra.
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