...en los que te levantas y nada más tocar tus pies el suelo, notas que el aire no es leve y que pesa sobre tus hombros como un abrigo hecho a medida, que aunque brille el sol tu mirada solo percibe el gris en su tonalidad más oscura, que oscilas entre los malos recuerdos y las peores premoniciones, pero...
... hay días en los que una sonrisa, un abrazo, una mirada y un regalo en forma de botella de colonia, te devuelven la intangible levedad y el sol cobra una nueva luminosidad en tu mirada.
Bonito rostro y bonita sonrisa. Seguro que detrás de las "sunglasses" hay unos bonitos ojos también
ResponderEliminarí, hay días así, una sonrisa puede ser todo el sol en los ojos, y entonces hasta las gafas estorban. Me ha encantado, María. Mi cariño.
ResponderEliminarSeguro, Albert, que detrás hay unos ojos, no sé si bonitos, pero sí comprensivos e inteligentes. Un abrazo
ResponderEliminarEsa es la sonrisa que me despiertas cuando te veo por aquí, mi querida Julie. Un abrazo grande.
ResponderEliminarhay dias que la niebla es tan espesa que no sabes a donde mirar solo en tu interior, pero solo ves niebla, que bonito es el vacio total
ResponderEliminarERes pródiga en sonrisas y miradas, María. Tu perfume se extiende y nos nevuelve a todos que estamos cerca de ti.
ResponderEliminarPero si miras despacio, muy despacio, Saixa, verás que ese vacio total no existe, tan solo está esperando que se disipe la niebla. Un abrazo
ResponderEliminarLas miradas, las sonrisas, querida amiga, pueden mover mundos, tumbar muros, pueden dar un minuto de alegría al corazón. Sonriamos en este día de domingo con todos aquellos a los que queremos. Un abrazote.
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